La raza humana y el planeta tierra están bajo ataque. Un ataque invisible porque es espiritual. Un ataque sutil porque no es convencional.

Las ondas maléficas de este ataque espiritual no convencional se han difundido de orma viral en cada ámbito de la vida de mi sociedad:

– La economía se ha inclinado definitivamente a la ley del más fuerte.

– La política ha olvidado increíblemente el bien colectivo.

– La religión se ha vaciado silenciosamente de la voluntad de Dios el Creador.

Este es verdaderamente el tiempo para erguirse a favor del bien y de la justicia divina, y contra Matrix y todo aquello que representa: injusticia, maldad, codicia, maldad, envidia, homicidio, contienda, fraude, malicia.

– Es tiempo de levantarse contra la violencia.

– Es tiempo de distinguirse del egoísmo más desenfrenado que domina.

– Es tiempo de levantar la verdad contenida en la Palabra del Creador, haciendo brillar mi estrella polar a través de mi ejemplo cada vez más similar al de Jesús.

Puedo estar seguro que confiando en Dios el Creador adquiriré nuevas fuerzas, me alzaré en vuelo como un águila, correré y no me cansaré, caminaré y no me fatigaré (ver Isaías 40:31). Y

Y tan pronto como alcanze como un águila las altas cumbres, avistaré la llegada de un nuevo amanecer que pronto disipará las tinieblas que ahora me parecen imperar. Sí, la hora de la luz ya ha llegado.