El nuevo mundo que pronto dará comienzo a una nueva era (New age), no será otro que un “nuevo orden espiritual”. En palabras simples, una nueva iglesia. Sí, porque tal nuevo mundo/era/orden ha sido querido antes, programado después y al final realizado por oscuras fuerzas espirituales. 

¡Tal afirmación, para muchos suena descabellada y/o chocante, pero es verdad! De hecho, mi estrella polar, la Biblia, nunca se equivoca. Ella, sin rodeos y con claridad, me revelaba ya hace dos mil años que nuestra lucha no es contra reinos humanos, sino contra principados, contra poderes, contra dominadores del mundo de las tinieblas, contra las fuerzas espirituales de la maldad, que están en las regiones celestes” (ver Efesios 6:12)

¿Y qué puede establecer una fuerza espiritual en oposición al Dios creador, si no es un nuevo orden espiritual, siempre (obviamente) en oposición al orden creador instaurado por mi padre que es el arquitecto del universo entero? Sí, el nuevo mundo que pronto dará comienzo a una nueva era, no será otro que un “nuevo orden espiritual”. En otras palabras, una nueva iglesia con él al mando: el ex Lucifer, el antiguo portador de luz que tristemente se transformó en la estrella negra (Satanás), el enemigo de la raza humana, alias príncipe de Matrix.

Siento en lo profundo de mi ser que este nuevo mundo y esta nueva iglesia no es mi hogarl. Pero no me debo preocupar ni angustiar minimamente: Dios el creador, ha preparado un camino que lleva fuera de Matrix y pronto me invitará a seguirlo. E incluso si delante de mi se levanta el mar rojo matrixiano, mi pie no caerá y mi corazón no vacilará. También esta vez, como en tiempos de Moisés, el mar rojo enemigo deberá abrirse para dar paso a los últimos fans heroicos de Jesús.

No quiero olvidarlo: el futuro está ya esculpido en mármol y ninguno podrá alterarlo. ¡Palabra de Dios, creador omnipotente!