Levantáte, atraviesa estos tiempos matrixianos, tu junto a tus seres queridos, para entrar en el país que yo doy a aquellos que vencen.
Cada promesa que te he hecho en tu vida, la cumpliré.

Ningún demonio matrixiano podrá resistir frente a ti todos los días de tu vida: como he estado con mi hijo unigénito Jesús, así estaré contigo: no te dejaré ni te abandonaré.
Se fuerte y valiente, porque pondrás a todos los fans de Jesús en posesión de la tierra prometida que juré que les daría a tus padres.
Sólo se muy fuerte y valiente; asegúrate de reflejar mi carácter que te mostré a través de los mandamientos primero, y sucesivamente a través de mi hijo unigénito Jesús; no te alejes de este ejemplo perfecto, para que prosperes dondequiera que vayas.
Que la imagen de mi rostro y carácter no se aleje nunca de tu atención, profundiza en ello dia y noche; asegúrate de reflejar fiel e integralmente tal caracter; porque entonces tendrás éxito en todos tus esfuerzos, entonces prosperarás.
¿No te lo he mandado? Se fuerte y valiente; no te asustes y no te desanimes, porque el arquitecto del universo, tu papá, te acompañará y protegerá de tu salida de Matrix.
(Ver Josué 1:2-9)