El Espíritu de Dios el Creador dice sin rodeos que en los tiempos matrixianos muchos prestarán atención a espíritus seductores y a doctrinas de demonios.
Después Él prosigue diciéndome: “En cambio tú nútrete con las palabras de tu padre que está en los cielos. Pero rechaza las fábulas matrixianas. Después, ordena estas cosas y enseñálas.

Que ninguno desprecie tu jóven edad; mas se de ejemplo para los fans de Jesús en el hablar, en el comportamiento, en el amor, en la fe, en la pureza.
Aplícate, hasta que yo regrese, a la lectura, a la exhortación, a la enseñanza.
No descuides el don que está en tí y que te fue dado a través de la palabra profética.
Ocupáte de estas cosas y dedícate enteramente a ellas para que tu progreso sea manifestado a todos.
Cuída de tí mismo y de la enseñanza; persevera en estas cosas porque, haciendo así, te salvarás a tí mismo y a los que te oyeren.
(ver 1 Timoteo 4:1 + 6b-7, 11-16)