Según muchas religiones y sistemas filosóficos (especialmente la Nueva Era y la filosofía maya), el tiempo es cíclico y no tiene principio ni final. El mundo gira por lo tanto, de forma imparable, como una espiral. Este modo de comprender el tiempo como un ciclo infinito significa que el cosmos puede progresar constantemente y evolucionar hacia el infinito… NIRVANA.

Por otra parte, según el cristianismo, la historia del mundo se desarrolla en un periodo de tiempo definido por Dios. Al inicio de ese periodo de tiempo encontramos a Dios, quien en su omnipotencia, crea el tiempo y el espacio. Al final del tiempo encontramos todavía a Dios, quien pone fin a la historia del mundo a través del regreso de Jesús.

El propio Jesús me dice: “Mira, estoy a punto de regresar y mi galardón conmigo para recompensar a cada uno según sus obras. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último. Fuera los hechiceros… y todo aquel que ama y practica la mentira”. (Apocalipsis 22:12-16)

¿En qué lado estoy? ¿En el lado de los FANS de Jesús, o en el lado de los hechiceros?