¡Aunque la sociedad en la que vivo me dice que soy solo un número, yo quiero volar alto! 

¡Aunque los líderes me vean solo como un “seguidor” para adoctrinar, yo quiero alzar mi voz!

¡Aunque mis amigos y parientes me señalen solo los riesgos que corro, no voy a tener miedo y voy a aprovechar las oportunidades!

¡Aunque el príncipe de Matrix me susurra que soy un fracasado, quiero comenzar a reflejar a Jesús!

¡Aunque yo mismo no me gusto cuando me miro al espejo, quiero pedir a mi Creador que haga emerger el maravilloso ADN que ha puesto en mí cuando me ha creado!

Yo soy un águila real, hijo del Dios Creador. He sido concebido para VOLAR ALTO entre todo lo creado. Debo dejar de reptar a causa de los miedos y ansiedades que me han sido transmitidos por la sociedad/líderes/amigos/parientes… y envueltos por mí mismo.

Jesús vino a esta tierra y VOLÓ ALTO. Después me miró directamente a los ojos y me dijo: “¡Sígueme!” ¿A qué espero para levantar el vuelo con Jesús y como Jesús?