Sponsors satánicos en la obra.

¿A quién benefician los desastres y las catástrofes locales y globales, los cataclismos naturales y artificiales, las crisis políticas y económicas, y las enfermedades físicas y espirituales que hoy sacuden el mundo?

Me es difícil comprender el motivo por el cual las criaturas y la creación de hoy en día parecen haber enloquecido literalmente, alejándose así violentamente de su punto de equilibrio original. La raza humana y el planeta tierra son como una civilización moribunda cuyo ADN se ha corrompido, desviándose de su equilibrio vital inicial.

El príncipe de Matrix junto a sus sponsors satánicos ha tejido desde hace milenios un sistema tan complejo, aparentemente inatacable y diabólicamente astuto para subyugar a la raza humana al dominio total. Usando la estrategia del divide et impera (locución latina que significa divide y vencerás) han conseguido poner a hermanos contra hermanos, esposas contra maridos, hijos contra padres, y en el momento oportuno tratarán de lanzar su ataque final. Desde la creación de la raza humana por el Creador, los sponsors satánicos junto a su Gran Maestro, han planeado su magnum opus (expresión latina que significa “gran obra”) que va desde nuestra caída inicial en el jardín del Edén, al definitivo rendimiento a su poder que ellos esperan alcanzar pronto.

No tienen remordimientos ni arrepentimiento por sus existencias malvadas y comportamientos malévolos. No tienen piedad por sus víctimas ya al extremo de sus fuerzas, masacradas y asenidas a millones en el transcurso de los siglos, coayudados, por desgracia, justamente de nosotros hombres incapaces de comprender sus reales intenciones endiabladamente sutiles, pero destructivas sin piedad.

Estando tan colmados de maldad, sus apetitos de sangre y muerte son voraces e insaciables. Desde tiempos inmemoriales, con sus palabras y acciones, ellos y sus “idiotas útiles” que han encontrado entre nosotros los humanos,  erosionan nuestro planeta, nuestra civilización, nuestra esperanza, nuestros corazones y nuestras almas… en otras palabras, nuestro futuro. Pero pronto un ángel que iluminará toda la tierra con su autoridad y su esplendor surgirá…