En Matrix, incluso en el ámbito religioso, encuentro restos del virus matrixiano que ataca con la impopularidad, el escarnio y la marginación de aquellos que desean agradar a Jesús verdaderamente. Para no ser impopular en Matrix es necesario:

–         Preferir la tradición propia a la voluntad divina revelada en la Biblia.

–         Respetar la autoridad de líderes religiosos humanos, falibles y mortales, más que la autoridad divina.

–         Venerar la criatura en lugar del Creador.

–         Amar la propia denominación religiosa y las propias doctrinas más que a Jesús, mi único Salvador.

Jesús me quiere dar la fuerza para oponerme a ésta tiranía matrixiana. ¿La estoy pidiendo yo?

Mejor impopular con Jesús, que ser amado y ovacionado por las masas matrixianas, alejado de Jesús.