Exactamente como en los tiempos de la primera venida de Jesús solo unos pocos hombres pobres y humildes fueron espiritualmente receptivos al anuncio transmitido por los ángeles, también hoy, en los umbrales de su segunda y última venida (esta vez en gloria y potencia), poquísimos fans de Jesús están volviendo a encender sus lámparas y para andar al encuentro del esposo Jesús creando luz en las gruesas tinieblas espirituales y morales de mi  mundo actual.

¿Por qué ninguno habla de ello?

¿Por qué los telediarios no hacen ni una mínima mención de ello?

¿Por qué en las iglesias no se predica casi nunca?

¿Por qué mi carácter refleja mucho más del que me esclaviza que el estilo de mi Creador y Salvador?

Jesús viene muy pronto en las nubes y cada ojo lo verá; lo verán también los fans de Matix, y todos los zombies matrixianos del planeta tierra (los muertos que se creen vivos, los pobres que se creen ricos, los dormidos que se creen despiertos) blasfemarán por la caída de Matrix, su mundo… un mundo ideado y construido a imagen y semejanza de Lucifer (alias, el príncipe de Matrix). Sí, exactamente así será (Apocalipsis 1:7).

Jesús vendrá al planeta tierra en su gloria con todos los ángeles y se situará en su trono glorioso. Y todos nosotros seremos reunidos delante de Jesús y Él separará a los unos de los otros, como el pastor separa a las ovejas de las cabras; y pondrá a los que se asemejan a él a su derecha y a los otros a la izquierda”. (Mateo 25:31-33)

¿Dónde me pondrá a mí?