Está por salir a escena el último acto de la historia de la humanidad. Un acto en el cual todo parece estar destinado a la autodestrucción. Hombres contra hombres y naciones contra naciones. Parece ser este el subtítulo de la “escena” que actualmente estoy viviendo como ciudadano de este mundo. Nadie se fía de nadie y todos espían a todos. La confianza recíproca entre personas de la misma familia, lengua, nación o raza parece haberse desvanecido completamente. 

Pero allí donde grupos secretos de criaturas espirituales y humanas trabajan para un nuevo orden que rebose de un poder practicamente absoluto de este caos global creado expresamente, está el plan del Creador, invisible todavía hoy, ún estando a un solo paso de su realización, para la mayor parte de los ciudadanos de este planeta, que está por emerger con su último acto.

Este último acto divino no estará desprovisto de la autoridad de Su ideador, ni mucho menos de Su esplendor, el cual iluminará toda la tierra con un rayo de luz que llevará esperanza incluso a los corazones más afligidos y desilusionados. La omnipotencia creativa y divina está a punto de inundar el planeta tierra con su poder milagroso y vivificante. Nada podrá quedar indiferente la ola Omega que concluirá la historia de la humanidad con un evento único, maravilloso e irrepetible: y este evento es el regreso de Jesús.

No será la criatura quien cree un mundo nuevo mejor que el actual (aunque el príncipe de Matrix lo planifica desde hace siglos y mentirosamente lo promete a sus adeptos). La criatura ha sido capaz de llevar a la creación al borde del colapso total. Solo Dios el Creador puede poner la palabra fin a este mundo como nosotros lo conocemos hoy, dando inicio a un nuevo mundo. Un mundo en el cual el lobo y el cordero pastarán juntos, el león comerá forraje como el buey, y la serpiente se nutrirá de polvo. Un mundo en el cual no se hará ni mal ni daño. (ver Isaías 65:25)

El telón se está levantando. ¿Siento yo un deseo irrefrenable de abrazar a mii padre que me ha creado y amado y que quiere darme la inmortalidad?