Mi estrella polar (la Biblia) menciona a menudo la “torre de guardia” donde deberían estar apostados despiertos y vigilantes los fans de Jesús, en espera de avistar una señal de su segunda venida al planeta tierra, el cual quiere reestablecer su reino de paz y de gloria. En particular, el profeta Isaías (ver Isaías 21:8-10) pronostica la caída de Matrix que será anunciada por un mensajero misterioso que avisará a los centinelas fieles y despiertos que encuentre apostados en la torre de guardia.

También Matrix ha construido sus “torres de guardia”, de las cuales está particularmente orgullosa. Pero al contrario de la torre de guardia de los fans de Jesús, las torres de Matrix tienen como objetivo proteger el Estatus Quo matrixiano, controlando e indoctrinando a las massas de sus fieles desde lo alto de estas jerarquías, sofocando el nacimento de ideas/pensamientos/deseos retenidos en oposición a la propia visión.

Sí, estas torres son utilizadas justamente para mantener el liderazgo en un nivel inalcanzable del ciudadano/fiel común. Y de esta posición privilegiada, y con el poder que tal “altura” confiere, combaten el mensaje de Jesús que querría a todos al mismo nivel. Es más, “los primeros serán los últimos” dice Jesús.

La triste verdad es que en Matrix las torres de guardia sirven para someter vergonzosamente al pueblo, aunque potentísimas a mis ojos, no podrán hacer nada contra la última revolución anunciada por las profecías bíblicas. Una revolución pacífica, y al mismo tiempo imbatible. Una revolución que nacerá desde abajo, arrollando como un tsunami todas las torres orgullosas de Matrix.

No es casualidad que el profeta Joel anuncie (ver Joel 2:28-32) que en los últimos días, poco antes del regreso de Jesús, Dios hablará a través de siervos, jóvenes y ancianos… extrañamente sin mencionar a los orgullosos líderes que están, sacando pecho en su uniforme lleno de honores matrixianos, en sus torres de guardia con el fusil apuntando contra sus mismos hermanos/hermanas.