La palabra que más identifica la era matrixiana es “post-truth” (post verdad), definiéndola como sigue: “época en la cual los hechos objetivos y verdaderos son menos influyentes en formar la opinión pública de las creencias personales basadas en conceptos subjetivos y emocionales”. ¿Pero qué es la verdad? ¿Cuáles son los criterios de discriminación entre verdadero y falso que puedo dominar cuando leo un periódico, cuando navego en las redes sociales o cuando hablo con mis amigos?

Durante largo tiempo el conocimiento ha estado reservado a las élite. Ya en los tiempos de Jesús, hace dos mil años, para conocer la “verdad”, hacía falta ir a las escuelas de los jefes religiosos de aquel tiempo, y hoy las cosas no han cambiado mucho. De hecho, en un mundo con alta densidad de información, paradójicamente mi dependencia de los demás para filtrar los verdadero de lo falso es todavía más grande. La información hoy circula por razones que tienen poco que ver con la verdad, pero a menudo y de buena gana es esclava del poder, el cual la manipula y distorsiona para consolidar la supremacía propia.

¿Pero a quién le interesa verdaderamente la verdad? ¿Incluso yo me contento siguiendo la cascada de información creyendo de manera dogmática cualquier cosa, porque la creen todos, o siguiendo lo que dice el líder o autoridad de turno, o uso la inteligencia y el sentido crítico que me ha dado mi Creador, además de la oración y la Palabra de Dios?

El camino largo y en dencenso continua atrayendo a la mayoria de cada época, y sobre todo a los de la era “post-truth”. No es casualidad que la estrella de los verdaderos fans de Jesús, la Biblia, me exhorta a entrar por la puerta estrecha, porque larga es la puerta y espacioso el camino que conduce a la perdición, y muchos son los que entran por ella. En cambio, estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida y pocos son los que lo encuentran. (ver Mateo 7:13-14)

La verdad no es accesible fácilmente casi nunca, pero a menudo es el fruto de largas y complicadas investigaciones, reflexiones y profundización. Puedo estar seguro de que Matri no usará nunca la verdad como aliado. Entonces se convierte de vital importancia encontrar una estrella polar según la cual orientarme en el magno mar de la información. ¿Cual es mi estrella polar para discriminar entre verdad y falsedad?