Mi estrella polar (La Biblia) anuncia en sus profecías acerca de los últimos días del planeta tierra y la formación de un pueblo de 144.000 personas que, teniendo el nombre de Jesús y del Padre escrito sobre la frente, serán sellados por Dios. Mi estrella polar también llama a este pueblo de los 144.000 sellados “el remanente”.

Entonces, siendo que la salvación no ha sido donada por Dios a un número cerrado de seres humanos (Juan 1:12), entiendo que este número debe tratarse (como muchos otros contenidos en las profecías bíblicas), de un número simbólico y no real. Esto quiere decir que también yo puedo entrar a formar parte de este pueblo de elegidos; es decir, de esta última generación previa a la gloriosa venida de Jesús. ¿Pero cómo?

Un versículo del Apocalipsis me da un indicio muy particular y absolutamente único, diciéndome que estos 144.000 cantarán un nuevo “cántico”. Pero lo más extraño es que ningún otro podrá aprender este “cántico”. Entonces, para entender a la Palabra de Dios debo siempre interrogar a la misma Palabra de Dios. Y de este modo equilibrado y maduro, sin recurrir a la sabiduría humana, descubro que el significado espiritual de “cántico divino” está en el testimonio que este ofrece. O sea, los “cánticos” inspirados por Dios sirven para enseñar a sus hijos sus verdades a través de este testimonio especial (Deuteronomio 31:19).

Por lo tanto, ¡los 144.000 serán la última generación de fans de Jesús que en los últimos días darán finalmente, un testimonio completo del rostro glorioso de Dios en las impenetrables tinieblas espirituales de Matrix!

Sí, porque llevar el nombre de Dios sobre la frente quiere decir pertenecerle, llevando su sello de propriedad. Y el sello donado al ser humano (y sólo a él entre todo lo creado), fue precisamente el haber sido creados a imagen y semejanza (moral) del Creador.

Solamente este testimonio (¡que tiene que ser más vivido que hablado!) de sus fieles fans será el último grito de Dios lanzado al moribundo planeta tierra y a la raza humana cada vez más similar a Matrix, y la última esperanza para salir “in-extremis” de Matrix, aferrándose con las últimas fuerzas al padre celestial.