Jesús dice: “Sabéis que los líderes de las naciones les dominan, y los grandes ejercen autoridad sobre ellos. No es así entre vosotros; quien quiera ser grande entre vosotros será vuestro servidor, y quien quiera ser el primero entre vosotros será el siervo de todos”
Lo que Jesús parece decirnos, es que, si queremos convertirnos en grandes líderes debemos comportarnos como siervos, no como comandantes o fuentes carismáticas de inspiración. Él sostiene que si uno quiere convertirse en grande debe ser humilde, ponerse en último lugar, ser como niños.
Un líder C-Style debe aprender la humildad, y encontrar satisfacción en el éxito del equipo y en el reconocimiento reflejado. Al final los líderes de éxito se convierten en buenos servidores que ayudan a los miembros de su equipo a satisfacer sus propias necesidades.
El camino del servidor humilde conduce a la grandeza que Jesús nos mostró. Él, más que nadie fue un gran modelo de lo que es ser un líder que sirve. Hay una gran diferencia entre ser un líder para poder dominar la escena para la propia gloria y considerar el bienestar de otros antes que la propia ganancia personal. Los verdaderos líderes Christian Style son humildes servidores, no tiranos sedientos de poder.