La verdad exterior e interior de cada hombre es la de estar separado e independiente de otro hombre; experimentar sensaciones mediante los propios órganos sensioriales, tener pensamientos y emociones individuales, por lo tanto, sintetizar en la mente el conjunto de estas percepciones, en el interior de un mundo bullente de actividad. Esto es cada ser humano, desde el inicio hasta el fin de la vida. Un ser humano independiente porque es soberano de su propia individualidad, de su propia voluntad y del pensamiento propio.

Exigir con la fuerza, la ley, el engaño, la manipulación, la amenaza, la reclusión, la reticencia, o cualquier otro medio de coerción, a que uno abdique de su propia soberanidad individual, cesando por lo tanto de existir en manera diferente, para convertirse en la mera extensión de la voluntad de algún otro, asumiendo pensamientos, ideas, deseos, objetivos y filosofías, es un crimen contra la naturaleza y contra la especia humana.

Yo como fan de Jesús se que cada criatura puede beneficiarse profundamente de la sabiduría del Creador, haciendo un uso pleno de su Palabra, elevándola a la propia estrella polar según la cual orientarse. Y tal Palabra enseña en vez de imponer; hace libres en vez de aprisionar; cura en vez de enfermar, me invita a pensar en vez de copiar/seguir sin un espíritu crítico. La Palabra de Dios Creador es como una estrella polar que en todo momento me hace entender dónde estoy con respecto a mi punto de referencia: Jesús. Ella es una luz en mi camino (ver Salmos 119:105). Y más que respuestas ella me ofrece verdad. Y tal verdad me quiere hacer libre (ver Juan 8:32).

El príncipe de Matrix por el contrario, no quiere que yo exista como ser pensante, libre e individual. Y así, erradicando de mí la soberanidad individual, se esfuerza con malicia con el fin de que cada individualidad creada única e irrepetible por el Creador no exista individualmente, sino que sea suplantada por innumerables clones. Su sueño es una sociedad compuesta de infinitos zombies. Sí, el príncipe, en su locura, quiere sustituir las conciencias individuales con una conciencia colectiva creada artificialmente en el laboratorio del mal a su imágen y semejanza. Este es su plan secreto. En otras palabras, quiere transformar el planeta tierra en el templo propio donde sueña con su coronación.

Pero los fans de Jesús, gracias a la lámpara divina que los ilumina, no serán hipnotizados por su delirio de omnipotencia y por lo tanto estarán en grado de reconocer los síntomas de este cáncer mental. Además, los verdaderos fans de Jesús reconocerán inmediatamente a los zombies, mientras los zombies no tendrán ni la más mínima idea de ser entidades vaciadas de su individualidad, y continuarán percibiéndose como seres pensantes y libre.

Matrix ha planificado el homicidio de la conciencia humana, cancelando de la existencia mi mente individual y la tuya. Si no me empeño personalmente en encender la lámpara de Jesús (ver Mateo 25:1-13) terminaré en las tinieblas más profundas. Y al final me encontraré en un mundo totalmente esclavizado, privado de conciencias individuales, y habitado por zombies adiestrados para ser súbditos perfectos porque no son pensantes autónomamente.