El símbolo del poder en Matrix es el dios dinero.

Los nobles de la Roma imperial concluyeron hace siglos la partida con los esclavos rebeldes guiados por Espartaco, después de haberles cegado y vencido con su potentísimo ejército, dejándoles morir colgados de cruces en una fila interminable que cruzaba la vía Apia de Capua a Roma.

Hoy en Matrix, siglos después, el principio “inealienable” de la supremacia del poder moderno (el dinero) sobre todo lo demás, no puede ser abandonado a capricho de un pequeño grupo de “fanáticos” seguidores de Jesús. Cada rebelión contra el poder constituido es disuelta rapidamente, antes de que se convierta en contagiosa.

Si la nobleza negra matrixiana aceptase la abierta rebelión de alguien a aceptar supinamente la esclavitud de los pueblos impuesta a través del poder económico, sería una señal de debilidad imperdonable para la élite. Terminaría con el animar a otros a rebelarse a esta dictadura que tiene como cabeza al dios dinero.

Jesús me dice hoy, justo a mí que vivo en Matrix, un mundo gobernado por el Dios dinero:

“No puedes servir a dos señores; porque o aborrecerás a uno y amarás al otro, o estimarás a uno y menospreciarás a otro. No se puede servir al mismo tiempo al Creador Dios y al dios dinero matrixiano. ¡Toma una decisión clara! ” (ver Mateo 6:24)