En el simbolismo medieval, el unicornio era descrito como animal pequeño (para representar la humildad) pero invencible. Era similar en aspecto a un caballo blanco, símbolo de nobleza y pureza, y estaba provisto de un solo cuerno largo en medio de la fronte que simbolizaba la penetración de lo divino en la criatura. Uniendo la potencia de la espada divina a la pureza de un manto inmaculado (símbolo de un carácter perfecto), el unicornio representa al ser humano pequeño, humilde y frágil inspirado y fortificado por su Creador. El animal mítico simboliza, por lo tanto, la metamorfosis del carácter de la criatura a imagen y semejanza del carácter perfecto de su Creador.

¡Mundo escúchame! ¡Pueblos lejanos, estad atentos! El Señor me llamó desde mi nacimiento, ha pronunciado mi nombre desde el vientre de mi madre. Él hizo que mi lengua fuera como una espada afilada, me escondió a la sombra de su mano; me dio un cuerno afilado y me dijo: “Tú eres mi primer unicornio, a través de ti manifestaré mi gloria”

Pero yo decía: “En vano me he esforzado; inútilmente y para nada he consumido mis fuerzas; pero ciertamente mi derecho está con mi Creador, mi recompensa está con mi Dios”. Ahora habla el Dios Creador que me formó desde el vientre de mi madre para ser su primer unicornio, para guiar y reunir alrededor a todos sus fans. Me siento honrado ante los ojos de mi papá, mi Dios es mi fuerza”.

Él me dice: “Es demasiado poco que tu seas mi siervo para levantar a mis fans y traer de vuelta a mí a los que han escapado de Matrix. Sin embargo, quiero hacer de ti el portador de mi luz a todas las naciones, el instrumento de mi salvación a los cuatro rincones de la tierra.” Así habla el Todopoderoso al unicornio despreciado por los hombres, detestado por la nación, esclavo de los arquitectos iluminados por Matrix: “Los reyes te verán y se levantarán; los príncipes también y se inclinarán, a causa del Creador Todopoderoso que te eligió. En el tiempo de la gracia te escucharé, en el día de la salvación te ayudaré; te preservaré y te convertiré en el pacto del pueblo, para levantar mi creación, para volver a poner a mis criaturas en posesión de las herencias asoladas, para decir a los cautivos: “Salid de Matrix”, y a los que están en las tinieblas: “¡Volved a la luz!” (véase Isaías 49:1-9)

Este primer (¡pero no único!) humilde e invencible unicornio preparará el camino para el advenimiento de Dios Hijo, Jesús, el único y verdadero Rey.

 

Amén.