Querido Jesús,

Me siento huérfano en Matrix, una sociedad oscura, fría y alejada de ti… ayúdame a salir.

Me siento huérfano en mi iglesia, una virgen sí, pero adormentada…ayúdame a despertarme a mí en primer lugar.

Me siento huérfano a pesar de todas las voces proféticas que has enviado en el pasado… ayúdame a sentir hoy tu voz viva y presente.

Me siento huérfano de tu maravillosa riqueza caracterial y moral… ayúdame a comprar el oro de tí.

Me siento huérfano de tu calor amoroso y paterno… ayúdame a calentar mi corazón tibio.

Me siento huérfano de tu ánimo humilde y manso… ayúdame a disminuir mi “yo”.

Me siento huérfano de mi casa y de mi padre celestial… ¡vuelve pronto Jesús!

Jesús, haz sentir a tus fans en Matrix una vez más tu voz… mándanos tu Espíritu de profecía… mándanos un profeta con el Espíritu y la potencia de Elías, como nos ha prometido a través de tu siervo Malaquías (capítulo 4, versículo 5). Un siervo que dirigirá los corazones de los hijos hacia el padre y, como tu mismo has dicho (Mateo 17:11), que restablecerá todas las cosas reproduciendo a tus fans a tu completa imagen y semejanza.

Tu hijo y fan, miembro de la iglesia de Laodicea.