Estamos en la era del iPhone, del iPad y del iPod. Estamos en la era en la cual todo gira en torno al mío “i” (yo). Esta es la “verdad aparente” con la que Matrix alimenta mis sentidos. ¿Pero son las cosas verdaderamente así?

–>Antes, el hombre solía construir su casa en pocos días o semanas. -> Hoy, para la misma necesidad fundamental, soy esclavo del sistema bancario durante décadas.

–>Antes, el hombre gozaba de todos los frutos de su propio trabajo. -> Hoy en día por lo menos la mitad de los frutos de mi sacrificio van a engordar vergonzosamente al administrador público.

–>Antes, el hombre hablaba directamente con Dios y le ofrecía con gozo sus ofrendas -> Hoy, mis donaciones no siempre tienen una destinación adecuada y conforme con la voluntad de Dios.

Por la mañana me despierto creyéndome libre, pero mi día es dictado por una agenda que yo no he escrito. ¡“La verdad verdadera” (parece un juego de palabras pero no lo es) es que vivo en la era del iSlave (yo esclavo)! Matrix me humilla en cada ámbito de mi vida, desde la economía a la política y a la religión, sometiéndome a su lógica perversa y diabólica de esclavitud material y espiritual. Es un sistema parasitario en el cual todas sus instituciones viven chupándome mi linfa vital. De hecho, la sangre de las venas de Matrix está representada por mi sudor y mis lágrimas.

¡Despiértate iSlave! ¡Despiértate que Jesús está volviendo para romper definitivamente tus cadenas!