La imagen moral ESCRITA de Dios (los diez mandamientos contenidos en Éxodo 20) es fácil y repetidamente mal interpretada por la criatura en general y por su mismo pueblo. De hecho, en los tiempos en los que vivió Jesús, los religiosos seguían al pie de la letra estos mandamientos escritos, pero estaban en realidad a años luz de Dios y de su imagen moral. Jesús mismo pone un apóstrofo a los líderes religiosos de su tiempo llamándolos “sepulcros blanqueados”, los cuales parecen bonitos por fuera, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda clase de podredumbre. (Mateo 23:27)

Jesús me explica mejor el mandamiento “no matarás” en Mateo 5:21-22:

“Habéis oído que fue dicho a los antiguos: “No matarás: cualquiera que mataré será culpado de juicio”; pero yo os digo: cualquiera que se enoja contra su hermano será culpado de juicio; y cualquiera que diga a su hermano necio será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga fatuo será condenado a la gehena de fuego.

Por lo tanto, también el odio y la rabia contra mi prójimo están contenidos en este mandamiento y no solo el homicidio material. Esta comprensión no es posible si me confío solo a las palabras escritas en los diez mandamientos. De hecho, Jesús va más allá, explicándome el sentido verdadero y profundo de los mandamientos, y por lo tanto la verdadera imagen moral de Dios Padre. En otras palabras, Jesús me quiere hacer salir de Matrix haciendo una distinción entre una observancia fingida exterior de la ley de Dios y una vida interior coherente con su ejemplo. ¡Sólo quien es interiormente como Jesús, refleja exteriormente los verdaderos frutos christian style… y por lo tanto no mata verdaderamente!