UNA FE CASTRADA
¿Sabes porqué Satanás es todavía el príncipe de este mundo?
Él lo es todavía y lo será hasta que mi fe (junto a la fe de todos los fans de Jesús) sea amalgamada y mezclada con el miedo hacia él y todas las fuerzas del mal. Hasta que el consiga hipnotizar mi espiritualidad con una religión basada sobre el miedo en el juicio, el sacrificio y la cruz, la aflicción, el castigo, la muerte y la sangre, el será y permanecerá como príncipe de Matrix,  yo como su súbdito. Seré un fan de Jesús impotente a causa de una fe tristemente castrada.
Jesús es vida. Su mensaje es vida. Su carácter, a imagen y semejanza del Padre, respira amor. El terror por la muerte, la sangre, el juicio, etc representan la tumba de mi fe. He aquí porqué hasta hoy no he conseguido volar como voló mi amado Maestro. Pero ahora basta… ha llegado el momento de salir de mi tumba espiritual en la cual esta criatura traidora, junto a sus adeptos, ha conseguido husmear.
La verdadera fe, de la que me hablaba Jesús cuando decía que yo como su fan habría hecho milagros más grandes que los suyos (ver Juan 14:12) es una confianza total en el Creador y en el bien, sin la sombra del miedo hacia el mal. Dios es omnipotente, mientras el mal es sólo la ausencia de Dios. El bien es LUZ, mientras el mal es ausencia de LUZ, es decir, TINIEBLAS. Así como las tinieblas delante de aparición de la luz se desvanecen literalmente (dejan de existir), así todo el imperio de Matrix tiembla y se colapsa de frente al fan de Jesús más pequeño y humilde.
Pronto, mis ojos, junto a todos los ojos de los ciudadanos de Matrix, verán de lo que es capaz una fe no castrada por el miedo, justamente como la de Jesús. ¡Cosas inimaginables están por suceder!