La creación de una nueva naturaleza humana y de un mundo nuevo pasa inevitablemente a través de una serie de operaciones que responde a la primera fase del famoso lema programado “solve et coagula” (disuelve y recompone), es decir, a través de la eliminación forzada de todos aquellos obstáculos sociales, políticos y sobre todo religiosos que, por su propia naturaleza, impiden la realiación de este nuevo diseño universal.

Si se quiere destruir un pueblo, hace falta destruir primero su moral y sus valores. No es coincidencia que en Matrix, el ser christian style (es decir el ser similar a Jesús) sea despreciado y burlado. En este nuevo mundo, en el cual todo está permitido, son justamente los fans de Jesús los que son marginados, atacados y desprestigiados.

De hecho, es impensable establecer una nueva soberanía global con un grupo de personas que tiene como estrella polar las palabras de Jesús contenidas y narradas en la Santa Biblia, que invitan a la similitud moral con el propio Creador Dios. Solo cuando la criatura, plantando sus raíces en la oscuridad, sea “liberada” de este “sello” por el propio Padre que está en los cielos, el nuevo mundo podrá surgir.

El ideal moral christian style está en clara oposición al ideal matrixiano de hombre y mujer desnaturalizados de su dignidad y de su imagen según la orden que el Creador mismo estableció. No es casualidad que un individuo desorientado (porque está sin estrella polar) sea más fácilmente influenciable y dominable.

Los pocos fans de Jesús despiertos sienten que la medianoche ha llegado. Ha llegado la hora de la instauración de una nueva religión matrixiana en la cual el punto fundamental es la criatura, la cual habrá usurpado definitivamente el trono al propio Padre celestial… Dios el Creador. Y todo lo “viejo” será completamente olvidado como si no hubiera existido jamás. Se trata de un verdadero alzheimer espiritual.