Historia de un renuevo preanunciado y generado.

Conclusión de la premonición de Zacarías, una de las profecías más misteriosas e importantes de mi estrella polar, la Biblia:

Entonces el ángel del Señor le dio al sumo sacerdote Josué esta solemne advertencia: Así dice el Señor de los ejércitos: “Si anduvieres por mis caminos y guardares lo que te he mandado, tú también gobernarás mi casa, guardarás mis atrios, y te daré lugar entre estos que están aquí. Escucha, pues, Josué, sumo sacerdote, tú y tus compañeros que se sientan ante ti, porque son varones simbólicos. He aquí, yo traigo a mi siervo el RENUEVO” (véase Zacarías 3:6-8)

Y le hablarás diciendo: Así ha hablado el Señor de los ejércitos: “Un hombre que se llama el RENUEVO, germinará en su lugar y edificará el templo del Señor. Él construirá el templo del Señor, recibirá gloria, se sentará y dominará sobre su trono (REY), será SACERDOTE en su trono y habrá acuerdo de paz entre ambos” (ver Zacarías 6:12-13).

 

Y además del profeta Zacarías, también el profeta Jeremías tuvo (y escribió) premoniciones sobre un “Melquisedec apocalíptico”, llamado RENUEVO, o sea el SACERDOTE-REY de los últimos días:

 

“He aquí que vienen días”, dice el Señor, “en que despertaré a David RENUEVO JUSTO y reinará como rey y prosperará; ejercerá el derecho y la justicia en la tierra.” (véase Jeremías 23:5).

 

Y finalmente, el salmista también ve proféticamente al futuro rey establecido y generado por el Altísimo:

“Soy yo”, dirá, “quien ha establecido a mi rey sobre Sion, mi santo monte.

Anunciaré el decreto: El Señor me ha dicho: “Tú eres mi hijo, hoy te he engendrado”.

Pídeme, y te daré en herencia las naciones y en posesión los confines de la tierra.

Los romperás con una vara de hierro; los harás pedazos como una vasija de barro”. (ver Salmos 2:6-9)