Qué bueno es echarse un sueño reparador. ¿Pero cuan peligroso es dejar dormirse a la propia conciencia, al  propio espíritu crítico y a la propia alma? Sin embargo, continuo gozando de este sueño suave y persuasivo, porque me ofrece la dulce ilusión de que todo va bien y de que no me debo estresar por un cambio, reforma, o revolución.

¿Cómo ha hecho este sueño maléfico para hipnotizarme incluso a mí que me creo tan inteligente, astuto, preparado y perspicaz?

Tal vez mi mapa mental está demasiado orientado hacia el pasado… hacia los tiempos gloriosos de las reformas / revoluciones del pasado, buscando repetir tal glorioso pasado con una simple “clonación”. Pero el pasado es pasado y no vuelve porque el presente ofrece condiciones completamente diferentes.

Quizás necesito aprender a pensar de forma diferente extrayendo el mapa y las instrucciones para mi liberación del futuro, no del pasado. ¿Cómo? A través de las advertencias que mi estrella polar (la Biblia) me ofrece. Inútil e infructuoso, enrollarse en las suaves sábanas de los tiempos gloriosos del pasado. Debo construir el futuro hoy en el presente.

Dios el creador no me habla solo a través de escritos y mensajeros del pasado. ¡No! Cierto, sus mensajes permanecen válidos pero no pueden sustituir su voz viva. Si tengo el coraje de despertarme, si comienzo a mirar el presente sin las gafas (prejuicios) del pasado, entonces empezaré a notar nuevas conexiones y nuevas inspiraciones que no se han confirmado en el pasado ya que son completamente nuevas.

De esta forma empezará a tomar forma, delante de mis ojos, la Matrix en la que vivo. Mis oídos empezarán a distinguir sonidos y mensajes nuevos y extraños… me parecerá que casi puedo tocar con la mano la Matrix luciferina que me envuelve y me aplasta. Un sistema diabólicamente parasitario y esclavizante que tiene poco en común con la antigua Babilonia del pasado.

Por supuesto, teniendo el mismo espíritu que es la evolución y la continuación. ¡Pero con las gafas del pasado se convierte en invisible, y por lo tanto letal! Si al contrario, prefiero deleitarme en las seguridades de mis tradiciones que me dicen que estoy en el camino adecuado, que observo las doctrinas adecuadas y que no tengo más necesidad de nada porque ya tengo la verdad, entonces: Buenas noches.