La historia me enseña que Napoleón Bonaparte, un político y militar francés, fundador del Primer Imperio francés, asumió el poder en Francia después del golpe de estado del 8 de noviembre de 1799.

Mi estrella polar me profetiza para los últimos días, poco antes del regreso del Mesías Jesús, un nuevo y último golpe de estado. De hecho, el apocalipsis (en el capítulo 17) me cuenta que los reyes de la tierra darán su poder a la bestia.

Aunque si puede parecer un pasaje de poder soft y consensual, de hecho no lo será porque la bestia no asumirá el poder absoluto a través de un referéndum o de votaciones democráticas. No! Se tratará, exactamente como hizo Napoleón, de un verdadero y propio golpe de estado. Y la particularidad de este golpe de estado será que se tratará de un golpe de estado mundial/global.

Si ya hoy mi voluntad/voto cuenta poco en Matrix, pronto no contará absolutamente nada. Es más, la pretensión de tener una propia voluntad independiente de la colectiva será ya etiquetada como “sospechosa” y digna de control y persecución.

Pero la profecía bíblica no termina aquí. Con el establecimiento, a través de un golpe de estado que verá la luz en cámaras secretas y no conocidas por las masas, de este nuevo poder mundial ilegítimo, la Biblia me anticipa que Jesús pondrá la palabra “fin” a Matrix, y a su gobierno tiránico y rebelde.