Querido hijo mío,

Tú, sí justo tú que estás leyendo: Te he tomado de los confines de la tierra, te he llamado desde tierras lejanas y te dije: “Mi siervo eres tú”. Te escogí y no te deseché.

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo.

Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra.

Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. (ver Isaías 41:9-13)

Tu papá que te ha creado y que, no habiendo dejado nunca de amarte, se preocupa por ti. Por lo tanto… no temas!!